La implantación del colegio plantea una tipología de patio con circulación perimetral que permite un control total de los niños. Éste atrio articula los volúmenes de los salones, que resaltados en diferentes colores le imprimen el carácter lúdico al proyecto; colores que también se aplican en el interior de los salones en pisos y paredes.
Para garantizar el confort de los niños al interior de los espacios, el proyecto aprovecha las condiciones climáticas de su entorno, logrando una orientación ideal y tamizando por medio de persianas y celosías la incidencia del sol y maximizando la ventilación cruzada de los espacios.